Cómo afecta el sol a la cinta
Los rayos UV descomponen las fibras de poliéster o polipropileno, volviendo la cinta quebradiza y descolorida. Se calcula que una cinta expuesta directamente al sol pierde hasta el 50 % de resistencia en un solo verano mediterráneo. El problema se agrava en ventanas orientadas al sur o en áticos.
La posición correcta: recogida al nivel del recogedor
Cuando termines de usar la persiana, deja la cinta recogida dentro del cajón, justo al nivel del recogedor. Así la tela enrollada actúa de parasol natural, reduciendo la temperatura superficial de la cinta hasta 15 °C y bloqueando el 90 % de la radiación.
Otros métodos complementarios
- Cinta retractil con carcasa: accesorio de aluminio que se instala en el cajón y protege el cordón.
- Película adhesiva UV: transparente, se aplica en la ventana y filtra los rayos sin oscurecer la habitación.
- Toldo o visera exterior: disminuye la radiación global sobre toda la persiana.
Mantenimiento de la cinta ya dañada
Si notas decoloración superficial pero la cinta aún aguanta, aplica un protector textil con filtro UV cada seis meses. Cuando los hilos se desflechen o aparezcan grietas, sustitúyela antes de que se rompa en pleno uso.
Conclusión
Proteger tu cinta del sol es tan fácil como acostumbrarse a dejarla recogida y añadir barreras físicas o químicas sencillas. Así evitas roturas repentinas y mantienes la estética impecable de tu persiana.