¿Por qué la limpieza regular es esencial?
Una persiana enrollable acumula cada día polvo, polen, grasa y restos de insectos. Con el tiempo esos residuos se compactan entre las lamas, aumentan el espesor del paquete enrollado y dificultan el paso por las guías. El resultado es un esfuerzo mayor al subir o bajar la persiana, ruidos metálicos y, en casos extremos, atascos o deformaciones permanentes. Limpiar con frecuencia evita que la suciedad se “pegue” y disminuye hasta un 40 % el desgaste de los componentes, según datos de AECO.
Materiales que necesitas
- Paño de microfibra o gamuza suave
- Agua templada (solo si la persiana es de PVC o aluminio)
- Jabón neutro o limpiador multiusos sin amoníaco
- Cepillo de cerdas blandas o brocha pequeña
- Escalera o taburete estable
Guía paso a paso para limpiar sin dañar
1. Preparación y seguridad
Coloca la persiana en una posición intermedia para que las lamas queden horizontales y accesibles. Desconecta el motor si tu persiana es automatizada y asegura la zona de trabajo.
2. Eliminación del polvo seco
Pasa el paño seco por ambas caras de cada lama, siempre en el mismo sentido (de arriba abajo) para no levantar partículas hacia el mecanismo superior. Si el paño se satura, sacúdelo o cámbialo; no uses el mismo para superficies metálicas y plásticas.
3. Limpieza húmeda (solo si el fabricante lo permite)
Humedecer ligeramente el paño con agua templada y unas gotas de jabón neutro. Nunca empapes el paño; el exceso de humedad puede oxidar ejes o columpios metálicos. Seca inmediatamente con otro paño seco.
4. Detalles en guías y cajón
Con un cepillo de cerdas blandas retira la suciedad de las guías laterales y del interior del cajón. Un aspirador de mano con boquilla fina puede ayudarte a sacar los restos más finos.
Frecuencia recomendada según el entorno
Ubicación | Frecuencia |
---|---|
Ciudad con mucho tráfico | Cada 2 semanas |
Zonas costeras (salitre) | Cada 10 días |
Zonas rurales | Cada 3-4 semanas |
Consejos extra de profesionales
- Evita productos abrasivos o lejía; rayan el acabado y debilitan el recubrimiento protector.
- Si las lamas son de madera, utiliza exclusivamente paños casi secos y aplica un protector de madera cada año.
- Lleva un registro: anota la fecha de limpieza en una calendario adhesivo dentro del cajón; facilita la planificación futura.
Conclusión
La limpieza regular es la inversión de menor coste y mayor retorno para tus persianas. Menos esfuerzo en el día a día, menos gastos en reparaciones y un hogar más saludable. Dedica unos minutos cada quince días y tu persiana te lo agradecerá durante décadas.